A raíz de la pandemia de COVID-19, la salud pública se ha convertido en una seria prioridad, especialmente en lo que respecta al sistema educativo.
En marzo de 2020, los educadores deseosos de proporcionar un entorno de aprendizaje seguro, trasladaron la enseñanza presencial a un formato virtual. Sin embargo, después de más de un año de enseñanza en línea, los estudiantes y el profesorado necesitan mantener un formato de enseñanza presencial seguro.
Los responsables de colegios y universidades reconocen que la interacción en persona con los profesores y otros estudiantes es un aspecto importante de la educación. Pero son conscientes del peligro que significa convivir en un espacio cerrado todo el día, respirando el mismo aire. Y ahora, existe la amenaza potencial de que la variante Omicron de COVID-19 genere un resurgimiento de la infección.
Los profesionales de la enseñanza superior están respondiendo al reto poniendo en práctica las estrategias recomendadas, como la aplicación de mascarillas y la vacunación. También se les está aconsejando que se centren de forma crítica en la mejora del factor, antes ignorado, de la calidad del aire interior si quieren proteger la salud y la seguridad de sus estudiantes, profesores y personal.
¿Por qué debemos centrarnos en la calidad del aire?
Al principio, nos centrábamos en desinfectar manos y superficies continuamente. Ahora tenemos pruebas sólidas, gracias a la investigación científica, de que el virus se propaga más a manudo a través de aerosoles en el aire. Cuando una persona estornuda, tose o, incluso, habla expulsa partículas que contienen aerosoles, los cuales pueden permanecer en el aire durante horas, provocando la trasmisión del virus.
La Organización Mundial de la Salud asegura que desinfectando tanto superficies como nuestras manos no es suficiente en espacios interiores. Por lo tanto, incrementar la calidad del aire del interior de los centros de enseñanza es una medida imprescindible hoy en día para continuar con la correcta evolución del curso escolar.
Los expertos aseguran que “el aire limpio es esencial para vivir y aprender, la ventilación eficaz es una parte importante para prevenir el COVID-19”. Afirman que una ventilación adecuada, junto con otras medidas de mitigación, puede reducir notablemente la propagación de la enfermedad.
Mantener el aire limpio en las aulas
Mejorar la ventilación y limpiar el aire dentro de nuestras instalaciones académicas puede frenar la trasmisión de enfermedades infecciosas. Sin embargo, para los docentes es todo un reto.
Los centros educativos se han dado cuenta de que, en la mayoría de casos, no es posible adaptar los sistemas de ventilación, calefacción y aire acondicionado de las instalaciones a las necesidades actuales. El proceso puede ser complicado y largo, y el coste por sí solo hace insostenible esta opción. La buena noticia es que los sistemas de ventilación integrados no son la única solución.
En Wizard disponemos de sistemas de desinfección de aire portátiles, que funcionan eliminando el 100% de bacterias y virus del aire por lámparas de rayos UV-c y filtros HEPA H13.
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