Si pudiéramos ver lo que respiramos, muchos de nosotros no volveríamos a salir pero, quedarse en casa no es mejor.
La contaminación del aire en interiores es 3,5 veces peor que la del aire exterior y en su punto máximo puede ser hasta 560 veces mayor. Si a esto le añadimos la prevalencia del COVID-19, el aire es un pozo de patógenos, alérgenos y contaminantes.
Aparte de la amenaza del COVID-19 y sus variantes, ¿qué hay en el aire que sea tan nocivo y qué daño puede hacer a nuestra salud?
Las partículas del aire son demasiado pequeñas para verlas a simple vista. Las minúsculas toxinas son 100 veces más finas que un cabello humano y pueden pasar al torrente sanguíneo, causando graves daños. En general, proceden de la combustión de combustibles sólidos y líquidos, a través de la generación de energía, la calefacción doméstica y los motores de los vehículos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la contaminación atmosférica mata cada año a siete millones de personas en todo el mundo. Sus datos muestran que 9 de cada 10 personas respiran aire con niveles de contaminantes que superan sus límites orientativos. Esto puede tener efectos adversos en los seis sistemas del cuerpo: cerebral, nervioso, cardiovascular, respiratorio, endocrino y renal.
El aire contaminado se ha relacionado con muchos riesgos graves para la salud, como trastornos neurológicos, Alzheimer, cáncer y enfermedades del corazón, los pulmones y los riñones. Las personas mayores tienen más probabilidades de sufrir un ataque al corazón, un derrame cerebral, fibrilación auricular y neumonía a causa de la contaminación del aire, lo que supone miles de ingresos hospitalarios adicionales cada año.
Pero, ¿es posible reducir la contaminación de aire en interiores?
Sí, existe una solución relativamente sencilla y rentable para eliminar la contaminación del aire interior. Los sistemas de desinfección de aire portátiles son ideales para locales de hostelería, restaurantes, oficinas, escuelas, hospitales y cualquier otro espacio interior compartido.
Con la llegada de COVID-19, nunca ha habido un mejor momento para invertir en aire limpio. Ahora se ha demostrado que el mayor riesgo de transmisión proviene de las gotitas en el aire, por lo que las medidas para mitigar el COVID-19 de la atmósfera pueden eliminar simultáneamente otras partículas nocivas y contribuir a la protección de la salud a largo plazo más allá de la pandemia.
El camino más sensato es escuchar a las autoridades, que están en la misma onda cuando se trata de respaldar la filtración HEPA y la luz UVC germicida para atrapar y destruir el COVID-19. El HEPA es ultra eficaz en una amplia gama de tamaños de partículas patógenas y atrapa al menos el 99,99% de las partículas finas, llegando al 100%.
Vivimos con la esperanza de que el proyecto de ley sobre el aire limpio acabe viendo la luz y se establezca una regulación significativa. Hoy en día, la contaminación atmosférica causa hasta 36.000 muertes al año en el Reino Unido, mientras que el COVID-19 se ha cobrado hasta ahora 128.000 vidas. Sin embargo, seguimos esperando.
Mientras tanto, debemos optar por tomar medidas decisivas y prácticas para desinfectar el aire que nos rodea en espacios cerrados. Contacta con nosotros y te daremos la mejor solución para mantener tu salud a salvo.